¿CÓMO MEJORAR EL COMPORTAMIENTO DE MI HIJO/A EN CASA?
En primer lugar, es necesario señalar que los consejos que se ofrecen en esta entrada, no deben considerarse como una "receta mágica" que cambiará radicalmente el comportamiento de su hijo/a. De hecho, el resultado variará en función del niño/a.
La eficacia de las técnicas que apliquemos dependerá en gran medida de que se cumplan algunas premisas fundamentales. Entre ellas, destacan:
-Cuando se establecen unas normas en casa, es importante evitar que, en ocasiones, permitamos que se incumplan y, en otras, obliguemos a que sean cumplidas. En definitiva, las normas están para cumplirlas.
-Los padres o las personas que se encargan de la educación del niño/a deben estar coordinadas, es decir, deben ponerse de acuerdo y actuar con su hijo/a de la misma manera.
-Las normas que se establezcan en casa son para todos y todas. Ningún miembro de la familia debe incumplirlas, mucho menos los padres.
-Es necesario evitar que pongamos como respuesta a un mal o buen comportamiento del niño/a, algo que no podemos cumplir. Por ejemplo, no se le puede decir a un niño que no irá de viaje a un parque de atracciones, cuando ya tienes las entradas compradas y sabes con certeza que lo vas a llevar.
-Es fundamental que se premien las buenas conductas y no centrarnos siempre en lo malo.
-Premiar un buen comportamiento puede hacerse de muchas formas, no se debe reforzar solo con algo material.
A continuación, se presentan algunas técnicas, de las muchas existentes, ya que son de las más utilizadas y fáciles de aplicar:
ECONOMÍA DE FICHAS: Se determina una o varias conductas que queremos que el niño/a realice. Cuando el niño/a realiza la conducta o comportamiento esperado, se le da una ficha o pegatina que se puede pegar en un carnet de puntos. Las fichas que tenga el alumno al finalizar la semana, por ejemplo, puede ser canjeada por un premio que previamente se ha fijado.
CONTRATO DE CONTINGENCIAS: Se hace una lista con las conductas deseadas y las consecuencias (premios) por realizarlas. Del mismo modo, se crea una lista de las conductas que se consideran no deseadas y las consecuencias de ello. En realidad, se trata de firmar un contrato con el niño/a.
EXTINCIÓN: El objetivo de esta técnica consiste en eliminar una determinada conducta. Por ejemplo, si un niño tiene una rabieta y los padres no le prestan atención, el niño entenderá que de esa forma no conseguirá nada y, por tanto, deja de comportarse de esa manera. En ese momento, se debe reforzar la conducta, diciéndole que ya es capaz de comportarse como un niño mayor, permitiéndole que explique qué le ocurre...
TIEMPO FUERA: Se trata de alejar al niño/a de aquello que está provocando un comportamiento no deseado.
COSTE DE RESPUESTA: Consiste en quitar algo que le gusta al niño/a cuando hace algo inapropiado. Hay que evitar amenazar, tratando de advertir. Es importante que niño/a tenga la oportunidad de recuperar aquello que ha perdido.
Para finalizar, hay que tener muy presente que el diálogo, el respeto, la confianza y el cariño son fundamentales. No obstante, esto no quiere decir que establecer unas normas con los hijos y hacer que se cumplen nos convierta en malos padres, todo lo contrario.
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